GRITOS CON AMOR
En los medios de comunicación lo que más se divulga son catástrofes, desgracias y desacuerdos políticos que llegan a deprimirnos. Por eso deseo contar un pequeño acontecimiento que me conmovió profundamente.
Íbamos paseando por un bello parque de Barcelona cuando vimos que allí cerca empezaba una carrera de niños. Nos acercamos y pronto empezaron a salir los muchachos corriendo. El que iba en último lugar era un niño con el síndrome de Down. Al ver que sus compañeros corrían muy ligeros, se acomplejó parándose para no continuar mientras las lágrimas cubrían sus mejillas. A nuestro lado había un joven guapísimo, veinteañero, que al darse cuenta empezó a gritarle con todas sus fuerzas: “¡Corre, corre, que tu puedes, corre, pruebalo!” Entonces la mucha gente que había a sus alrededor se unió al joven repitiendo juntos las mismas palabras:”¡Corre, corre, que tu puedes…! provocando un verdadero estruendo de voces. Entonces aquel niño levantó el brazo en señal de despido y se fue corriendo tras los otros corredores. Muchos de los asistentes nos quedamos llorando por la emoción, especialmente su madre.
Mª ROSA BONALS COMELLAS (BARCELONA)