Cada vez que escucho lo de “sentido de Estado” me pregunto, ¿de verdad creen que es el Estado quien corre peligro real? No dudo que pueda correr peligro tal y como lo conocemos, pero lo que realmente peligra es el PAÍS, la sociedad que formamos los españoles. No sólo por las fuertes tensiones territoriales, fruto en gran medida de la irresponsabilidad y el egoísmo. Nuestro país, como unión de gente a lo largo de una historia larga ya, con tantos logros como atesora, está en claro peligro. Fundamentalmente porque poco a poco y en las últimas décadas de manera vertiginosa, las señas de identidad que nos fueron comunes han ido desapareciendo. Valores como el Honor, el Compromiso o la Palabra dada, algo de lo que hemos hecho gala, el concepto de Familia, como estructura nuclear de la sociedad formada por abuelos padres e hijos, como soporte y apoyo y como entorno amigable en el que crecer, se resquebraja, la Religión, católica fundamentalmente, que impregnaba la civilización y que se trasladaba tamizada al ordenamiento jurídico es abandonada y denigrada sistemáticamente.
Se nos habla del PP como mal menor o de un pacto PSOE-C´s como un mal necesario. Pero fundamentalmente porque estamos dispuestos a asumir como aceptable las opciones que existen. La política del PP de no dar marcha atrás y asumir como propias la ingeniería social de las izquierdas (Ciudadanos forma parte de dichas izquierdas) que el PSOE impulsara y legislara muestra que no es un mal menor. Es un MAL, otro aspecto del mismo mal. Si nos agarramos a la política económica, hablamos de que mejor barcos sin honra, que honra sin barcos; una sociedad opulenta sin valores ¿merece nuestro respaldo? Y sobre todo, negando la mayor, El PP ha subido prácticamente todos los impuestos incumpliendo sus promesas electorales. ¿Esa es la mejora económica que nos ofrecen?
Respecto a la coalición PSOE-C´s, ya gobiernan en Andalucía, ¿alguien percibe aluna mejora en sus cifras de paro, corrupción o transparencia? Y como opción frente a la coalición PSOE-Podemos, seamos honestos. Sería todo peor, cierto, pero la Unión Europea no permitiría un buen número de aventuras izquierdistas en lo económico, pero quizá y sólo quizá, sirviese para galvanizar a la población y para que nuestros ciudadanos despertaran de esta pesadilla.
Llegados a este punto ¿qué podemos hacer? Pues lo primero no dar por irreversible nada. Si deseamos que la situación cambie, en la medida de nuestras posibilidades, trabajemos para que suceda. Comencemos por nuestro entorno inmediato y apoyemos las iniciativas que surgen que no se rinden y trabajan en la misma dirección. El Partido Familia y Vida puede ser una buena opción, ¡considérala!
Urko de Azumendi Beistegui
Presidente del PFyV Euskadi
Partit Família i Vida 